Este pasado fin de semana, la cantante Pink se sentó a hablar acerca de su trabajo y su vida en el programa 60 Minutes, de la cadena estadounidense CBS.
Y en él narró un doloroso episodio de su vida, tanto que casi le cuesta la misma. Según ha relatado, estuvo a punto de morir a causa de una sobredosis en 1995.
El incidente ocurrió en Acción de Gracias, a finales de noviembre de ese año. Ella solo tenía 16 años. Apenas unas semanas después iba a firmar su primer contrato discográfico. “Era punki. Era una malhablada. Estaba bajo mucha presión”, explica. En su casa las cosas no iban bien. “Básicamente crecí en un hogar donde cada día mis padres se gritaban el uno al otro, se tiraban cosas. Se odiaban. Empecé a tomar droga. Y a vender droga”. Todo eso la llevó a dejar el instituto y a que la echaran de casa.
“Descarrilé”, reconoce. Salía constantemente de fiesta y, una noche, todo se descontroló. “Estaba en una rave y sufrí una sobredosis. Había consumido éxtasis, polvo de ángel [fenciclidina], cristal, todo tipo de cosas. Luego se me fue. Mucho. Muchísimo”, reconoce.
La entrevistadora le preguntó a Pink si casi muere en la fiesta, y ella se lo confirmó. Para la cantante, cuyo nombre real es Alecia Beth Moore, ese fue un punto de cambio absoluto en su vida. Justo entonces un DJ le ofreció una oportunidad para cantar en una noche donde pinchaban hip hop: “Vuelve mañana, te haré un hueco. Pero no puedes volver a tocar las drogas jamás”. Y así lo hizo. Unas semanas después empezó a hacer las audiciones que finalmente le llevaron a formar parte de Choice, un grupo de R&B, y a firmar su primer contrato con LaFace Records. Y, de ahí, a la fama mundial y a ser una de las artistas mejor pagadas del mundo.